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jueves, 28 de marzo de 2024

116. Mis hijas y yo de putas

Mi nombre es Karina, soy de edad madura, muchos dirían que soy una MILF. Tengo dos hijas hermosas, Karla y Silvia. No les diré quién fue para que lo vayan descubriendo al ir leyendo esta deliciosa anécdota, que al estar relatando me pone muy caliente y lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Mis compadres Ana y David, ellos tienen 2 hijos Julio de 22 años y Lalo de 20 años, nos invitaron a una fiesta por lo cual ese dia yo me vestí con un vestido color negro corto, escotado sin mangas, brasier de media copa, tanga y zapatos de tacón. Mi hija Karla se puso un vestido corto escotado, sin mangas en color coral, brasier, tanga y zapatos de tacón. Mi hija Silvia optó por una blusa escotada en color blanco, minifalda rosa pastel, brasier, tanga y sandalias con tacón, con correas que se sujetan desde la pantorrilla. Mis compadres quedaron de pasar por nosotras y al vernos casi se le salen los ojos a mi compadre y sus hijos, llegamos a la fiesta que era en un salón amplio y con jardín nos asignaron una mesa y nos sentamos después de la cena empezó el baile, Julio y Lalo no de dejaban de bailar con mis hijas y al hacerlo notaba que se iban al fondo del lugar en el cual había poca gente y poca luz, me paré para ir a tocador y al pasar por ahí vi que Julio besaba y metía las manos por debajo de la minifalda de Silvia, le acariciaba las piernas y subía las manos hasta las nalgas, mientras que Lalo de igual manera besaba en la boca y cuello a Karla y también le acariciaba las piernas y nalgas mientras que ellas les agarraban la verga por encima del pantalón, esto me puso caliente y me quedé observándolos un rato, después me fui a la mesa y mi compadre me sacó a bailar, al estar bailando sentía su mano recorrer desde mi espalda hasta mis nalgas.

Mientras me pegaba a su cuerpo y sentía su verga riquísimo rosándome. Así estuvimos un buen rato bailando, y él acariciándome discretamente y diciendo cosas al oído, nos fuimos a sentar y al poco rato otra vez Julio y Lalo sacaron a bailar a mis hijas y se fueron otra vez al fondo del lugar, en eso se acercó el hermano de mi comadre y me pidió bailar con él, bailamos pero yo no quitaba los ojos de mis hijas y los chicos, los cuales ya estaban cachondeando nuevamente, se besaban y les metían las manos por todo el cuerpo y les susurraban no sé qué cosas al oído y las dos se pegaban más a ellos y les agarraban la verga de una manera deliciosa, terminó la canción y al empezar otra me saca a bailar mi compadre pero esta vez me fue llevando también al fondo del lugar y me empieza a acariciar otra vez desde la espalda hasta las nalgas, me besa el cuello y el lóbulo de la oreja cosa que me prende muchísimo, y noto como Lalo le acariciaba las tetas a Karla por encima del vestido mientras ella continuaba agarrándole la verga y Julio tenia a Silvia con las manos en las nalgas por debajo de su minifalda, me acerco al oído de mi compadre y le digo: “Oye que bien educaditos tienes a tus hijos”. Me preguntó: “¿Por qué? Voltea a verlos y me dice: “Ah, si ellos ya saben como deben tratar a las putitas y más si estas son como la puta de su mamá”. Este comentario terminó de ponerme más caliente.

Se acerca a mi oído y me dice: “Oye puta porque no nos invitas a tu casa esta noche y nos las cogemos como se debe”. “Me agrada la idea pero ¿cómo le hacemos?” –le dije. En eso estábamos cuando llega mi comadre y nos dice: “Perdón comadre, pero surgió algo mi mamá se puso mal y me voy con ella a su casa, pero no te preocupes que tu compadre y mis hijos las llevan a su casa”. Le dije: “No te preocupes comadre, sé que mi compadre no nos dejará solas”. Nos despedimos con un beso en la mejilla, al poco rato les dije a mis hijas que ya nos íbamos.

Al salir del lugar y caminar hacia el coche ellos otra vez iban manoseándose y besándose muy rico. Al llegar al coche ellos se subieron atrás mientras que yo adelante con mi compadre. Apenas subimos Silvia ya tenía la minifalda casi en la cintura y Julio ya le acariciaba la conchita por encima de la tanga mientras la besaba, ella le agarraba la verga. Lalo por su parte ya tenía sin brasier a Karla, le besaba y chupaba las tetas mientras que ella también le acariciaba la verga, mi compadre ya tenía su mano en mis piernas y trataba de meter un dedo en mi vagina, en eso me dice al oído entonces que puta si nos invitas a tu casa y le digo si claro que sí y le doy un beso y un apretón de verga, voltea y dice oigan hijos estas putas nos invitan a su casa a que nos las cojamos como ven, ellos inmediatamente dicen si va monos y nos fuimos, al llegar se bajan rápidamente y se meten a la casa mientras que yo abro el garaje para que mi compadre meta el coche al estar cerrando se acerca mi compadre y me abraza por la espalda pegando su verga en mis nalgas y me besa el cuello y me dice: “Ahora si zorra te voy a coger y te vas a tragar mis semen como siempre lo haces y que sabes que me encanta como lo haces puta”. Volteo le doy un beso y nos metemos a la sala, al entrar veo que Silvia ya está sin ropa solamente con los zapatos puestos hincada chupándole la verga a Julio que estaba sentado en el sillón, Lalo estaba parado igual sin ropa mientras que Karla al igual sin ropa e hincada chupándole la verga, con mi compadre nos comenzamos a desvestir y me pongo a chuparle la verga también, ahí estábamos las tres putas chupándoles la verga a estos machos, que lo disfrutaban y nos enterraban la verga hasta el fondo de la boca, diciéndonos lo rico que se las comíamos. “¡Ah, qué rico! ¡Oh, como me la estás chupas putita!”. Era lo que decían mientras las tres a ritmo sincronizado nos comíamos esas vergas. Nos tocaban las tetas, las nalgas y jugaban con nuestras vaginas metiendo y sacando los dedos. Nosotras gemíamos y cuando nos sacan la verga de la boca solo se escuchaban nuestras expresiones de placer y volvíamos a meternos sus vergas en la boca para seguir chupándoselas muy rico.

Estuvimos un buen rato comiendo verga hasta que vemos como Lalo acuesta a Karla y se pone a lamerle la concha, mientras que Silvia le dice a Julio: “¡Ya por favor méteme la verga ya te quiero sentir dentro!”. Él hace que lo monte ahí en uno de los sillones y se la empieza a coger, mientras que mi compadre me dice: “Puta ponte en cuatro para meterte la verga”. Me acomodo y me empieza a coger riquísimo, Lalo después de chuparle la vagina a Karla se acuesta en el piso y ella se monta y se la empieza coger así estábamos los seis cogiendo riquísimo, y mi compadre me dice puta móntame quiero cogerte así y se acuesta, lo monto mientras me masajea las tetas y me las chupa, Lalo le dice a Karla: “Ahora ponte en cuatro puta, quiero ver como tu concha se come mi verga”. Ella obediente se pone en cuatro y Lalo se la empieza a coger como a una perra. A su vez Julio se sigue cogiendo a Silvia como están y de repente le dice: “¡Puta me voy a acabar! Quiero que te comas mi semen”.  Le saca la verga y Silvia. Estar cogiendo todos juntos era una escena caliente y llena de morbo. Silvia se la chupa a Julio hasta que acaba en su boca y se come su semen. Lalo también está a punto de acabar y le pregunta a Karla: “¿Dónde quieres mi semen putita?”. Ella le responde: “Donde tú quieras”. Eyacula en la cara y en las tetas, Mientras mi compadre me avisa que también está por acabar pero quiere que me coma su semen y se la chupo hasta que siento como mi boca se inunda de su cálido semen y me lo trago. Les chupamos la verga hasta dejárselas limpias y Karla se limpia las tetas con los dedos, se come el semen de Lalo.

Descansamos un poco y Lalo dice: “Oye papá que buena idea la tuya de venir a cogernos a estas putas a su casa”. Le da una exquisita nalgada a Karla y mi compadre dice: “Sí, pero esto aun no acaba”. Me voltea a ver y me besa muy rico y me dice al oído: “Oye, ¿crees que tus putitas quieran cambiar de pareja? Tengo ganas de cogerme a las dos”. Con la calentura a flor de piel le respondo: “Porque no les preguntas”. Se para del sillón y les dice: “A ver putitas, ¿quieren que hagamos un cambio de parejas o prefieren continuar comiéndose la misma verga toda la noche?”. Ellas se voltean a verme y les digo: “Como ustedes quieran, la idea es disfrutar”. Contestan al unísono: “Sí, nos gustaría hacer un cambio”. Mi compadre dice: “Me parece bien putitas, así van a probar las tres vergas y disfrutaremos más todos”. Toma a Silvia y le dice: “Ven acá zorra, ahora te vas a comer mi verga, mientras que Lalo me agarra de la mano y me dice: “Hoy voy a cogerme una puta madura”. Julio le dice a Karla: “Mira nada mas que buena putita me voy a coger ahora”. Mi compadre empieza mamándole la conchita a Silvia y le dice: “¡Qué rica estas perrita! ¡Me encantas!”. Mientras que Julio empieza a besar y acariciar a Karla y después de eso le dice: “¡Chúpame la verga putita haber como lo haces!”. Lalo le dice: “La chupa riquísimo, te va a gustar mucho”. Mientras que ya Lalo me tenia en cuatro metiéndome su verga; Mi compadre acomodo a Silvia en el sillón y puso sus piernas en sus hombros y se la empezó a coger, mientras que julio después de la chupada que le dio Karla la puso recargada en el respaldo del sillón y se la empezó a coger, Solo se escuchaban nuestros gemidos y jadeos. Me calentaba ver lo putas que eran mis pequeñas. Nos hicieron tener varios orgasmo y cuando acabamos los dejamos empapados con nuestros fluidos. Karla le gritaba a Julio que se estaba a teniendo un orgasmo y entre gemidos, jadeos y un ¡Ah que rico me coges! Cuando su cuerpo terminó de temblar Julio le dijo: “¡Qué rico aprietas putita! ¡Yo también estoy por acabar!”.  Le saco la verga se la puso en la boca y acabó, se los trago todo el semen, Karla le chupo la verga hasta exprimírsela por completo. En esos momentos yo estaba gozando de un riquísimo orgasmo, le gritaba a Lalo que me la metiera hasta el fondo. “¡Papi, qué rico me la metes! Ya voy a acabar!” –le decía gimiendo. “¡Sí, suelta tus fluidos de puta en mi verga! Acabé súper rico y al hacerlo contraje mi vagina y le apreté la verga a Lalo y enseguida me dijo que iba a acabar, le dije que quería que me diera su semen en la cara y en las tetas. Me sacó la verga y se la chupé, al poco rato acabó, echándome su rico semen en mi cara y tetas. Le chupé la verga para limpiársela, con sus dedos tomó el semen de mi cara y de mis tetas y me lo dio para que me la comiera.

Silvia por su parte gritaba, gemía y decía: “¡Ah, qué rica verga tienes papi! ¡Me estás cogiendo riquísimo! ¡Me coges bien rico!”. “¡Sí, acaba puta, dame tus ricos fluidos! ¡Báñame la verga con esos fluidos de zorra!” –le dice mi compadre. Silvia acabó y le mojó la verga y los testículos. Mi compadre, por su parte también gritó: “¡Ah, sucia putita, me vas a hacer acabar!”. “Sí, papi, dame tu semen” –le decía Silvia. “Quiero que te los comas como la zorra de tu madre”. Se la sacó para que se la chupara y acabó en su boca. Era tan caliente vernos como nos comíamos esas vergas y terminábamos llenas de semen sin desperdiciar ni una sola gota.

Volvimos a tomar un descanso para después volver a coger esta vez quien empezó primero fue Julio quien me dijo: “Ahora no eres mi madrina, así que ven acá puta”. Empezó a recorrer mi cuerpo con sus manos, me besaba y me chupaba las tetas, mientras yo le acariciaba la verga. Silvia se acercó a Lalo y le empezó a chupar la verga, mi compadre le dijo a Karla: “Eres la menor y la que tiene la cara de ser la más puta de las tres”. Se besaban y acariciaban. Julio me dice: “Te quiero coger montada en mi para ver como te comes mi verga y ver como saltan tus tetas cuando subes y bajas puta”. Obediente me monté en su verga y empezamos a coger, mientras me decía: “Sí, qué rico brincas perra”. Me daba riquísimas nalgadas y me mordia los pezones. “¡Ah, papi, qué rico me coges! ¡Tienes una verga deliciosa!” –le decía mientras rebotaba salvajemente en su verga. Lalo puso a Silvia en la posicion del misionero y se la empezó a coger, y le decía: “¡Qué rico como tu concha se come mi verga putita!”. La besaba y le chupaba las tetas. Silvia decía entre gemidos: “¡Así, métemela toda! ¡Qué rico lo haces! ¡No dejes de cogerme papi! ¡Qué rica verga me estoy comiendo en mi concha tragona!”. Mi compadre le chupaba la vagina a Karla y le decía que la tenia riquísima que le encantaba y luego le chupó las tetas mientras la masturbaba riquísimo, ella gemía y pedía que por favor ya se la cogiera, que ya le metiera la verga. “Papi, ya méteme la verga por favor, ya quiero sentierte dentro. Mi compadre solo decía: “¡Miren como pide verga esta putita! Ya ven, se los dije tiene carita de no rompe un plato pero es muy puta”. La puso en cuatro y se la metió de un solo empujón mientras le decía que aún estaba apretadita. Nos estuvieron cogiendo bien tico hasta que empezaron a acabar y otra vez nos tragamos hasta la última gota de semen, les chupamos las vergas y se las dejamos muy limpias, nos quedamos un rato descansando en la sala

La noche había sido muy intensa, estábamos exhaustas, sudadas y comido semen a destajo. De repente mi compadre dijo: “Bueno, creo que desde hoy tenemos tres putas para coger sin ningún problema aquí en su casa”. Me da un beso y me pregunta: “¿No es así comadre?”. Yo no tengo problemas en ser la puta de los tres, desde que me divorcié me di cuenta de lo mal atendida que estaba y cuando el baboso de mi ex se fue, descubrí lo mucho que me gusta coger y andar de zorra por ahí. Me volteo a ver a mis hijas buscando sus respuestas y las dos dicen: “Nosotras no tenemos problema en ser sus putas mamá”.  Nos empezamos a reír los seis como niños que habían hecho una travesura. Mi compadre me toma de la mano y dice: “Bueno no sé ustedes pero yo me llevo a mi puta a su recamara para dormir”. Julio le dice a Silvia: “Bueno zorra, llévame a tu recamara para descansar un rato y me sigas chupando la verga”. Lalo le dice a Karla: “Vámonos putita, que ya quiero estar en tu cama y que me debes otra mamada como solo tú sabes”. Nos fuimos supuestamente a dormir pero quien dijo que la noche es solo para dormir. Estuvimos cogiendo con esos machos que nos regalaron la noche más deliciosa y perversa que podríamos vivir. Cogimos hasta bien entrada la mañana, solo recuerdo esos momentos perversos en que miraba a mis hijas como cogían y ellas me veían a mí disfrutando de las vergas más exquisitas que habíamos degustado.

 

 

 Pasiones Prohibidas ® 

2 comentarios:

  1. Que buen relato Caballero exquisito como siempre

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  2. Me gustaría tener una suegra así de puta para cogermela junto con mi novia pero se hace la mojigata

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