Un viernes de carrete en mi departamento, mi hermana llego antes, para pedirme la pieza contigua para sus amigas que venían a la fiesta y debían quedarse a dormir. Yo le dije que no había problema que tendría que acomodarse con sus amigas en la pieza, a lo que me responde que no quiere dormir incomoda y si puede dormir en mi pieza porque mi cama es grande. Le dije que sí para terminar la conversión y seguir con la preparación de la fiesta, cuando tuve todo listo me fui a bañar.
Aproveché de lavarme bien la verga y de darme una leve pajita pero sin eyacular, ya que sabía que las amigas de mi hermana se comportan como putas cuando toman, así que todo estaba bien para una cogidita rápida con alguna de ellas. Salí del baño a mi habitación y estaba mi hermana con las tetas al aire y su tanguita puesta y me dice: “¡Por fin saliste! Ya me estaba calentando solita”. No podía dejar de mirarle las tetas, así que le dije que se bañara rápido que iba a llegar la gente, avanzó al baño y mientras me preguntaba quien venía, se bajó el calzoncito que apenas le tapaba el culo, cuando se agachó para sacárselo, tenía la verga parada saliendo de la toalla; mi hermana se bañó con la puerta abierta para que yo la viera mientras me vestía, se empezó a tocar sin decirme nada, yo terminé de vestirme y fui a esperar a las visitas, mi hermana me gritó: “¡Aburrido!” y cerró la puerta del baño. No quería romper mi temple de hermano mayor, pero ya estaba terriblemente caliente y mi hermana evidentemente quería algo, así que cuando salió del baño a vestirse entre rápido a su pieza, me quedó mirando y me dice: “¿Qué? ¿Me quieres ver? Se sacó la toalla y me la tiró. Tiré la toalla al suelo, la afirmé y le empecé a tocar la vagina, con todos mis dedos, sentía como pasaban sus labios entre mis dedos y sus jugos pegajosos calentitos, no podía dejar de tocar su vagina, sentía como contraía su pelvis mientras la miraba a los ojos y le pasaba la lengua por la boca y la besaba, le agarraba su vagina con mi mano completa y le metía dos dedos por encimita para lubricar el resto de la vulva y poder frotar su clítoris mas rápido, ella empezó a masturbarme con una mano como podía, mientras nos dimos varios besos con mis dedos dentro de su vagina y su mano apretando mi pene como si fuera de palo, estábamos en eso cuando sonó el timbre, nos sacó de onda a full, yo entre al baño con el pene reventando de duro y mi hermana que venia de la ducha se vistió rápidamente y salió a recibir a mi mamá y hermano.
En
la fiesta no hablamos casi nada pero cuando estábamos solos la manoseaba por
donde pudiera, ya terminando la noche en un momento en la cocina pude meter la
mano en su pantalón y estaba metiéndole la punta de dos dedos en su vagina que
estaba empapada y caliente como un tecito del más rico, conversábamos mientras le metía cuando entro
la polola de mi hermano, nos saludó, se quedo mirando, tomo una cerveza del
refrigerador y se fue, con mi hermana nos quedamos mirando y como estábamos en
curados nos reímos y no le dimos importancia, le dije que fuéramos al living
donde los demás y cuando saqué mi mano de su pantalón, la tomo con sus dos
manos, la llevo a su boca y con la lengua limpio todos sus juguitos de mis
dedos, y me dijo, hoy te voy a dejar seco, a esa altura lo único que quería era
que se fueran todos. Para cuando las amigas de mi hermana estaban durmiendo y
las demás visitas ya estaban muy borrachas para notar quien estaba y quien no,
mi hermana se fue a la pieza, al baño para asearse y estar fresca para la
cogida del año que se venía, yo estaba en lo mismo en el baño de visitas lavándome
el pene en el lavamanos para quedar perfecto, Salí del baño tomé una cerveza.
Cuando entré a la pieza mi hermana estaba encima de la cama media dormida, y como la niña chica mimada que es, me dice: “Te estaba esperando. ¿Por qué te demoraste tanto? Quiero que me metas la verga. ¿Qué te cuesta cogerte a tu hermana chica? Seguro no quieres” –me dice. La quedé mirando y mientras me bajaba el pantalón más caliente que nunca, le dije: ¿Quieres que te la meta? ¿Quieres que tu hermano mayor te coja? ¿Cómo cuando éramos chicos y me decías que te dolía?” –le preguntaba, eso me ponía demasiado caliente. “¿Ya por eso no quieres mi vaginita? Ya no me duele, métemela fuerte hermanito, quiero que acabes adentro mío” –me respondió. Creo que esa vez olvide la moralidad y cuando mire de nuevo a mi hermana que estaba borracha, quedándose dormida o inconsciente por el alcohol, me estaba masturbando apretándome la verga con fuerza, cuando me di cuenta ya la tenía tiesa, lista para esa conchita. Me masturbe un poco solo por el morbo. Me acerqué a mi hermana, ya no se le entendía nada de lo que decía, así que simplemente la acomodé y comencé a meterle tres dedos en la vagina y dos en el ano mientras mi verga palpitaba como si fuera a explotar, ya sintiéndola bien húmeda y relajada, la puse de espalda, puse un cojín debajo de su espalda baja y empecé a penetrarla despacio, podía ver como aun en su borrachera se retorcía de placer mientras mi pene iba entrando de a poco por su vagina, que estaba apretada pero muy mojada y muy caliente, era un poco doloroso de tan apretada que la sentía, cuando ya podía meter y sacar por completo mi pene de su vagina hasta el tope con mis testículos, empecé a meter más rápido y más fuerte, cada vez más rápido y más fuerte, me excitaba ver como el cuerpo de mi hermana estaba a mi merced siendo penetrado, golpeado con mis embestidas que golpe a golpe hacían que sus tetas grandotas rebotaran hacia todos lados mientras su cara estaba dormida pero intentando despertar.
Seguía metiéndole la verga pero lento, me estaban ganando las ganas de eyacular, pero se la metía más, podía sentir como mi glande abría sus labios mojados y pegajosos para empezar a empujar de a poco para abrir su vagina y hacer entrar la cabeza sintiendo el borde de su vagina en el borde del glande, de solo recordarlo me da escalofríos. Mi hermanita estaba profundamente dormida y yo estaba tan caliente que no me detendría, ella me había calentado desde temprano y ahora por no aguantarse las ganas de tomar hasta quedar inconsciente no podía seguir el juego. Empecé a penetrarla solo con mi glande. Después de darle lentamente ya quería metérsela completa, así que se la metí fuerte y rápido, quería llenarle la vagina de semen y dejarla durmiendo en mi cama con mi semen en su concha. Por mas que la penetraba, no podía eyacular, seguía enfermo de caliente y mi hermana no podía chupármela por estar muy borracha, pensé en cuando me masturbaba de joven pensando en las increíbles tetas de mi mamá para acelerar el proceso, pero no me resultaba. Le metí la verga en su ano, cada vez mas rápido, la tenia en cuatro sobre varias almohadas para metérsela bien.
Después de casi una hora dándole por el culo y en la conchita pude acabar profusamente, sus partes estaban cremosas por mi semen y sus fluidos, mi verga enrojecida y media adolorida, mi hermana ya estaba media despierta y solo me decía: “Ahora si te puedo aguantar, no me dolió y está apretadita para ti. ¿Te gustó hermanito?”. Mientras ella se sobaba la vagina porque bien resentida le debe haber quedado, le dije que me limpiara la verga con su lengua. Me encantaba que me pasara la lengua por el borde del glande y me chupara la verga, mi último recuerdo es que me estaba chupando la verga y ya no me acuerdo.
Desperté a la mañana siguiente con mi hermana durmiendo al lado mío desnuda con el orto y la concha llena de fluidos, desparramada en la cama, verla así me calentó, Empecé a lamerle su concha, saboreaba sus fluidos morbosamente, tenía la vagina bien caliente aun, no lo pensé dos veces y se la metí en la mañana con la bulla de la gente afuera para mi morbo, mi hermana estaba aún dormida, yo le estaba dando por la vagina con ganas de partirla en mi cama, esta se quejaba mientras dormía pero despacio, el sonido del choque de mis testículos en su vulva dominaba la habitación; una de las amigas de mi hermana golpea la puerta y le dice a mi hermana que su novio va a llegar a buscarla, no respondí nada, pero saber que más tarde su novio se la iba a estar cogiendo me puso un tanto celoso, así que se la metía con fuerza hasta el fondo, en cada embestida que le daba lo hacía pensando en que por más que el imbécil ese se la follara ella ya había follado conmigo, le pegaba unas nalgadas con fuerza para que mi mano le quedara marcada, seguí por unos momentos y cuando sentí que iba a eyacular, saqué mi verga y acabé en la boquita de mi hermana, le deje mi semen esparciéndose entre los labios y en su mentón. La tapé y me fui a bañar.
Cuando salí mi hermana estaba mirándose al espejo, toda transpirada, su vagina llena de fluidos, adolorida, desnuda y con su cara chorreada de semen, me vio salir de la ducha, me miró con cara de avergonzada y pasó al lado mío hacia el baño a bañarse, solo me dijo: “Se nos pasó la mano parece”. La miré y le pasé los dedos por la vagina, le dije que su novio venia en camino a buscarla. Para mí era excitante que saliera con él, ya que sabía que iban a terminar cogiendo, pero primero me la había cogido yo y él solo sería un pequeño ingrediente en la noche intensa que habíamos tenido.
Después de eso no se me ha vuelto a insinuar. En todo caso, no era algo que me quite el sueño cogérmela, sino es solo por el morbo de hacer lo que para otros es incorrecto, pero para nosotros se ha vuelto un juego lleno de lujuria y placer.
Pasiones Prohibidas ®
Wao que existante relato lleno de morbosidad y lujuria en donde no existen tabús y pueden disfrutar de lo que están haciendo y una buena cogida.
ResponderBorrarComo siempre Caballero un excelente relato
Wow, que excelente, exquisito y excitante relato. Me encantó, hay que disfrutar la sexualidad como se pueda.
ResponderBorrarSi ambas partes están de acuerdo todo puede pasar, hasta lo inesperado.
Excelente relato y como es de delicioso tener una verga adentro cuando se ha pasado de licor y que te den por todos lados y quedar llena de fluidos. Gracias por compartir JOL
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