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sábado, 15 de julio de 2023

31. Me excita bailar desnuda

 

Mi nombre es Elsa, tengo 23 años y soy originaria de la Séptima Región de Chile, vivía en una ciudad llamada Linares. Por razones de trabajo de mi padre me radiqué en Santiago, junto a mi familia, mis padres y mis dos hermanos, uno de 25 años y el otro un año menor que yo, trabajo como recepcionista en un consultorio dental. Me considero guapa y de buen cuerpo sin llegar a ser nada espectacular, pero me considero una chica de las llamadas "open mind".

Como a cualquier chica de mi edad me encanta el baile y acá existen cientos de discotecas de todo tipo y algunas incluso permanecen abiertas las 24 horas del día pero solo puedes entrar si conoces ciertas palabras que te abrirán el paso, por lo que acostumbro asistir a algunas de ellas todos los fines de semana.

Diariamente en mi casa pongo la música muy alta y me dedico a bailar yo sola, por motivos que desconozco me excita mucho y al ponerme cachonda, si es que estoy sola o en mi cuarto, me empiezo a quitar la ropa poco a poco hasta quedar solo en pantaletas, las que me bajo y me subo al ritmo de la música para terminar despojándome de ellas y bailar desnuda frente al espejo mientras me masturbo acariciando todo mi cuerpo e imaginando que lo estoy haciendo en público permitiendo que todo mundo me vea desnuda exhibiéndoles los rincones más íntimos de mi ser.

Incluso cuando estoy en las discotecas me pongo cachonda y entonces imagino que estoy, como en casa, desnuda bailando ante tanta gente y termino con las pantaletas muy húmedas y súper cachonda, así que por lo general termino teniendo sexo con mi novio o con el chico con quien vaya, practico el sexo oral, vaginal y anal, o cuando menos llegando a casa me masturbo riquísimo con alguno de los juguetes sexuales que tengo guardados.

En ocasiones me pongo a bailar en la sala de la casa frente a mis hermanos, imaginando que lo hago vistiendo solo las pequeñas pantaletas tipo tanga que uso normalmente y que alguno de ellos me las quita para bailarles desnuda, lo que hace que me ponga bien caliente y bailo con mucho erotismo, mismo que no puedo ocultar y mis hermanos seguro lo notan y siento como me desnudan y me devoran con la mirada, lo que me excita más aun y con cierta discreción me subo un poco la reducida minifalda que acostumbro usar para que me vean las piernas y tal vez en algunas ocasiones la parte baja de mis nalgas y termino con las pantaletas muy mojadas e incluso he llegado a acabar en candente orgasmo frente a ellos mientras bailo. Lo mismo hago cuando me estoy bañando o cuando en mi cuarto me estoy vistiendo o desnudando según la hora que sea, me pone muy caliente pensar en que bailo desnuda ante la gente y se ha convertido en una candente fantasía erótica recurrente que practico a diario.

En una de esas ocasiones, estábamos los tres en casa y como siempre puse música. Era una tarde calurosa, vestía un pequeño vestido que apenas tapada mis nalgas y sin ropa interior. Ellos estaban en el sofá y yo empecé a bailarles. "Elsa. ¡Por favor no empieces!" –dice el mayor. "¿Acaso no te gusta?" –le pregunté mientras me movía sensual para ellos. "Déjala, sabes que a ella le gusta bailar y a mí no me molesta" –dijo mi otro hermano. Seguí moviéndome, me sentía caliente viendo cómo se concentraban en mi culo que se movía al ritmo de la música, mis pezones se ponían duros, sentía que me mojaba y pronto no podría contener mis fluidos. Sin duda para mí era demasiado excitante. Sabía que les gustaba porque se quedaban viendo como me movía y acariciaba mis senos. Cada vez mi vagina se mojaba más y mis muslos podían sentir la tibieza de mis fluidos que corría por ellos. No aguantaba mi calentura, quería quitarme el puto vestido para que vieran lo excitada que estaba, pero sin duda ellos lo sabían. Me levantaba el vestido para mostrarles mis nalgas y despertarles el apetito en ellos, ya que el mío estaba desbordado. Sentía demasiadas ganas de tocarme y darme placer delante de ellos, pase mis manos por senos, fue inevitable pellizcar mis pezones y gemir. Mis hermanos me miraban ya como un objeto de deseo, miraba como sin ningún disimulo acomodaban sus vergas por el roce de la erección en su ropa, eso me tenía caliente. Con el sensual ritmo de la música les pregunté: “¿Quieren que me quite el vestido?”. Mi hermano mayor sonrió y dijo: “¡Te estás demorando en hacerlo!”. Me quité el vestido y quedé desnuda frente a ellos. Me acerqué y senté sobre ellos moviendo mi culo para sentir lo caliente que los tenia, aprovecharon de tocar mis tetas y aferrarse a mis caderas. Siendo víctima de mi excitación me puse de rodillas entre sus piernas y saqué sus vergas tiesas, mi boca se hizo agua y sin pedir permiso metí el miembro de mi hermano menor en la boca y se empecé a chupar. Obviamente no se opuso, se acomodó en el sofá y separó más sus piernas. Mi hermano mayor se masturbaba viendo como me comía la verga de mi otro hermano. Yo estaba disfrutando de ese momento erótico y perverso.

Mi hermano mayor, ya no pudo aguantar su calentura y me acomoda sobre el sofá, quedo en cuatro frente a él pero sin sacar la verga de mi otro hermano de la boca. Sin decir nada me la mete por mi húmeda vagina y empieza a moverse de forma despiadada. Cada embestida me embriagaba de placer y mi hermano menor lo notaba al sentir como mi boca aprisionaba su verga y se la chupaba más rápido. Las embestidas que sufría mi vagina eran brutales, ya que mi hermano me follaba con tal perversión que sentía como nuestros cuerpos chocaban de manera violenta, me hacía estremecer por completo, si no fuera porque tenía una verga en la boca estaría gimiendo descontrolada. Ya casi al borde del colapso en mi cuerpo, dejó de follarme y le dijo a mi otro hermano que quería saber cómo la chupaba, entonces intercambiaron y ahora me estaba comiendo la verga de mi hermano mayor mientras el menor me la metía con el mismo ímpetu que el otro. Tuve un delicioso orgasmo que me hizo temblar, aunque mis gemidos estaban contenidos por esa exquisita verga que estaba chupando, la reacción de mi vagina me dio un tremendo placer. Aunque mis dos hermanos aún no habían acabado, no los dejaría con las ganas de eyacular y yo mucho menos me quedaría con las ganas de sentir su tibio semen.

Me subí a horcajadas encima de mi hermano mayor y ensartó su verga en mi vagina, mientras el otro se acomodó detrás mío y me la metió de golpe en el culo. Mi placer creció de manera desproporcionada al sentir como los dos me daban sus vergas por mis agujeros, mis gemidos podían escucharse por toda la casa, era demasiado perverso, sucio y placentero. Los había calentado, ahora debía apagar ese fuego que los consumía y que a la vez me quemaba de manera intensa. Sentía como mi culo y vagina palpitaban a la vez, no podía resistir más las embestidas, mi cuerpo reaccionaba a la ferocidad que me penetraban, mi respiración se acortaba, me sentía tan puta que lo disfrutaba. Por mi mente pasaban escenas de estar siendo follada sobre el escenario de una disco, con la gente mirándome e incluso masturbándose al verme. Me perdí en mi imaginación y volví a la realidad cuando el que me la estaba metiendo en la vagina metió su lengua en mi boca, lo besé con lujuria, me importó una mierda que fuera mi hermano mayor, en ese momento mandaba la lujuria y el placer. Mi hermano menor me tomó del pelo y me decía: “¡Tienes un culo muy rico! ¡Me gustó como se abrió para metértela!”. Escucharlo me puso más caliente, les pedía que me dieran más fuerte, que no tuvieran compasión de mi culo y de mi concha, quería que me usaran a su antojo, ya que el momento era propicio.  Acabé deliciosamente, me retorcía de placer y gemía como loca. A los pocos minutos sentí como si de forma sincronizaba ambos me llenaban el culo y la vagina con su semen. Fue de lo más delirantes escucharlos gemir mientras sus tibios chorros de semen invadían mi interior, saber que los había complacido como ellos requerían fue algo que trajo placer, no solo el carnal sino una especie de saber que había hecho un buen trabajo. Los días pasaron y no volvimos a repetir la experiencia porque era poco el tiempo que teníamos para estar solos, pero es algo que siempre voy a llevar conmigo y sin duda es algo que es difícil de olvidar, porque de eso recordar ese dia mi vagina se humedece y me muero de ganas de que follen otra vez.

Hace unos días estando platicando de sexo con mi prima Araceli que es de mi misma edad y con quien tengo muy buena relación de amistad y confianza compartiendo nuestras experiencias y deseos sexuales, le platiqué de esa fantasía de bailar desnuda y de lo que había pasado con mis hermanos. Me propuso que fuéramos a una disco que ella conocía donde podría hacer realidad este caliente sueño erótico, me comentó que en varias ocasiones ella había asistido ahí y se permitía que las chicas bailaran mostrando los senos y en pantaletas, las más atrevidas se bajaban a media pierna los calzoncitos y mostrabas su casi total desnudes, lo que no era permitido era estar sin ninguna prenda de vestir sobre el cuerpo por cuestiones del reglamento de la autoridad.

Llegó el fin de semana y nos preparamos Araceli y yo para asistir a la disco propuesta por mi prima, al llegar el guardia apartó la cadena permitiéndonos el ingreso; ambas vestíamos en la parte superior un pequeño top sin brasier y unas pequeñas minifaldas, la de Araceli pegada al cuerpo y la mía de amplio vuelo, amabas sin medias y zapatos con tacones altos, tal parece que ya conocían a mi prima y entramos sin ningún tipo de problema. Nos asignaron una mesa y pedimos un par de tragos, mientras nos ambientábamos nos dedicamos a observar a las personas que bailaban, efectivamente algunas chicas que se encontraban en la pista se levantaban las camisetas o blusas enseñando los senos con timidez, seguramente era porque aún era temprano y el clímax del ambiente aun no llegaba. Pasó algún tiempo y un par de tragos, el ambiente se fue animando poco a poco, ya había más chicas en la pista mostrando las tetas y algunas se levantaban la falda dejando ver las pantaletas, había llegado el momento de tomar parte en el baile, el solo hecho de pensarlo ya me tenía caliente. Como la mayoría de las chicas que estaban en la pista, Araceli y yo no levantamos a bailar solas o más bien ella y yo como pareja, fue mi prima quien empezó a levantarse el top al ritmo de la música enseñando momentáneamente sus bien dotadas tetas, yo le seguía tímidamente y también enseñaba de vez en cuando las mías, mientras la temperatura interna de mi cuerpo subía rápidamente. El tiempo seguía su marcha, dos tragos más y la calentura en plena efervescencia, ya en la pista varias chicas daban rienda suelta a su placer de enseñar sus "cositas", así que nosotras decidimos que era hora de tomar parte muy activa en la diversión y en son de broma nos retamos a ver quién bailaba con más erotismo y enseñaba más.

Con decisión fuimos a la pista y al ritmo de la música "tecno" empezamos a contonear nuestros cuerpos con la mayor sensualidad que éramos capaces, nos levantábamos el top exhibiendo los senos con descaro ante la mirada lasciva de los presentes, a los que sonreíamos provocativas, me sentía muy caliente y la humedad que brotaba de mi entrepierna empezaba a mojar los diminutos calzoncitos que portaba. Araceli empezó a subirse la faldita enseñando las nalgas ya que la tanga que llevaba estaba totalmente incrustada entre ellas lo que daba la idea que no llevaba ropa interior sino hasta que daba media vuelta se podía apreciar el triángulo rojo que cubría su depilada vagina, mientras yo con el top levantado y mis senos a la vista me ponía en cuclillas de tal modo que todos podían ver mi vulva forrada en la trasparente tela blanca de mis pantaletas y por la pose seguro también podrían ver mi culo desde abajo de la pista, a cada momento me ponía más cachonda y en consecuencia más atrevida. Mi prima teniendo la falda en la cintura y los senos al aire, bailaba conmigo y ella misma me alzaba la faldita dejando ver a la concurrencia mis pantaletas y a través de la transparencia de ellos mi vagina y mis nalgas, a petición de los presentes mi prima se bajó las pantaletas de las nalgas y me hacia las mías a un lado mostrando mi pelvis y labios vaginales, los aplausos, chiflidos y piropos eróticos abundaban, lo que me ponía cada vez más cachonda al borde del orgasmo.

A cada momento, al calor del licor y el erótico ambiente, nos desinhibamos más al grado que estar bailando solo en las diminutas pantaletas, nos tocábamos, nos acariciábamos con lujuria, incluso nos besamos como locas. Ella en un momento bajo a mis tetas y se las metió en la boca. “¡Oh, que puta!” –le decía y ella me respondía: “¡Solo disfruta perra!”.  Nos metíamos las manos entre nuestra ropa interior, sintiendo la humedad que nos invadía, ser el objeto de deseo de muchos era realmente excitante, mirar sus ojos encendidos en lujuria, la cara llena de perversión hacia que el ambiente se colocara más caliente, nosotras gimiendo, estábamos coqueteando con el orgasmo, animadas por la concurrencia tanto masculina como femenina,  fuimos más allá de solo toques perversos, sino que nos empezamos a penetrar con nuestros dedos una a la otras. No sabía que podía gozarlo tanto, ya que siempre me ha gustado la verga, pero tener al frente a mi prima tan caliente como yo lo hacía más perverso. Fue algo mágico, ya que casi al mismo tiempo ambas estábamos compartiendo un delicioso orgasmo, para ser la primera noche fue maravilloso realizar uno de mis más anhelados sueños calientes.

La noche llegaba a su fin, al retirarnos salimos con unos chicos que se ofrecieron a llevarnos a casa y por el camino nos dieron una suculenta manoseada, nos desnudaron en el auto acariciando todo nuestro cuerpo, metiéndonos los dedos por nuestros orificios, nos hicieron tener intensos orgasmos, los masturbamos, se la chupamos y nos cogieron en un sitio eriazo, era tan excitante, tan placentero, no le dieron tregua a nuestras vaginas y culos, ver la cara de placer de mi prima era tan delicioso que solo quería besarla para que sintiera lo caliente que estaba con ella y con la cogida que estaba recibiendo al fin nos pusieron a las dos juntas y nos besamos mientras éramos cogidas por aquellos desconocidos. Cuando acabaron nos hicieron ponernos de rodillas y ambas recibimos esa deliciosa eyaculación, degustando ese rico semen que sus vergas nos regalaron y que compartimos en un lujurioso beso. Ellos se quedaron con nuestras pantaletas de recuerdo. Llegamos a casa nos fuimos directo a mi cuarto, como era de esperarse todos dormían, así que tuvimos tiempo para seguir la fiesta en casa.

Nos quitamos la ropa, aun había vestigios de nuestra humedad y nuestros palpitantes orificios daban señal de lo rico que nos habían cogido esos desconocidos. Aun estábamos con ganas de más, nuestros ojos hablaban por nosotras, nos acercamos y nos besamos con pasión, nos tumbamos en la cama, ella quedó debajo de mí, se veía deliciosa, no me resistí las ganas de recorrer su cuerpo con mi lengua; me deslicé suavemente desde sus labios a su vagina, ella separó las piernas. Mi lengua fue directo a sus labios vaginales y empezó a buscar ese delicioso clítoris que había sentido con la punta de mis dedos en la disco. Empezó a gemir con suavidad, jugaba con sus pezones, era una escena candente. “¡Me vuelves loca!” –me decía mientras aumentaba sus gemidos. Yo parecía una perra lamiendo su clítoris y deleitándome en esa profusa humedad que salía de su sexo. “¡No te detengas prima!” –me decía casi al borde del colapso. Le metí dos dedos mientras seguía escarbando con mi lengua, quería que tuviera un orgasmo, el que no tardó en llegar. La putita se retorcía en la cama y gemía, su placer era incontrolable y mi lujuria más. Me puse de espaldas y le dije: “¡Lame puta!”. Ella obediente empezó a lamer pero no con sutileza, lo hacía como una fiera, me estremecí por completo cuando sus dedos invadieron mi culo, me calentaba la forma en que estaba sirviéndose de mi cuerpo para calmar su lujuria, “¿Te gusta mi culo?” –le pregunté. Ella me respondió que le encantaba, porque aunque lo habían usado se sentía apretado. “¡Eres una putita Araceli!” –le decía mientras gemía. El orgasmo me hizo casi convulsionar de placer, fue intenso, riquísimo a tal punto que me tuve que agarrar de las sabanas. Ya con los demonios en calma, nos abrazamos y dormimos plácidamente.

Como es de esperarse a la semana siguiente acudimos nuevamente a la disco, para lo cual expresamente nos compramos ropa interior, unos diminutos hilo dental, los de mi prima en color negro y los mías blancas, ambas transparentes y tan solo por el frente unas pequeñas flores bordadas y con encaja, como la vez anterior sin sostén y solo un top cubriendo nuestras tetas y diminutas minifaldas que apenas tapaban nuestras nalgas y por ultimo calzando zapatos de tacones altos. La noche en la disco fue casi una repetición de la semana anterior, la diferencia fue que más dueñas de la situación, bailamos con algunos tipos que nos manoseaba a la vista de todos y nos bajaban las bragas para mostrar a todos nuestros impúdicos cuerpos prácticamente al desnudo. Nosotras nos dejábamos, éramos el objeto de deseo, presas de tremenda excitación, al final de la noche elegimos a un par de chicos que nos llevaron a un motel y nos dieron sensacional cogida con cambios constantes de pareja y dándonos alternadamente doble penetración en todas las formas posibles.

Estas noches de baile al desnudo lo repetimos durante varios fines de semana, pero lo mejor fue cuando llegaron las vacaciones de verano cuando llegan de distintos lugares a nuestra tierra a soltarse y hacer todas las aberraciones que en su país no pueden hacer, por el que dirán. Las noches de vacaciones veraniegas las competencias de desnudos fueron intensas pues todas las chicas extranjeras que sin desinhibiciones  lo hacían bailando totalmente desnudas y casi dejándose coger en la pista, todas borrachas y drogadas. Mi prima Araceli y yo no nos podíamos quedar atrás y por primera vez bailamos totalmente desnudas solo con los zapatos de tacón alto, incluso compramos un par de pastillas conocidas como "éxtasis", nos pusieron como locas, deseosas de placer sexual y al igual que las extranjeras nos dejamos manosear y que metieran sus dedos en nuestros orificios en plena pista de baile, así como acariciarles la verga a los tipos con los que bailábamos mientras nos chupaban las tetas y nos abrían las nalgas para que todos vieran nuestros culitos deseosos de verga.

Todas las noches que fuimos a bailar desnudas, al finalizar, nos dejábamos coger o cuando menos nos dábamos un banquete chupándoles la verga a los chicos que nos agradaban, tragándonos su esperma, mientras ellos nos daban gusto con sus dedos en la vagina y en el culo, pero la noche en que probamos por primera vez el “éxtasis” nos fuimos con cinco tipos a un motel y ahí nos cogieron entre los cinco alternándose para meternos la verga por todos lados al mismo tiempo, nunca había comido tantas vergas de una vez, mis agujeros estaban llenos de placer. Esa vez llegamos a la casa de mi prima ya entrada la mañana borrachas, drogadas y deliciosamente cogidas con nuestros orificios escurriendo semen.

 Nos hicimos aficionadas al “éxtasis”  y cada que vamos a bailar desnudas compramos las famosas pastillas para disfrutar nuestra lujuria con más intensidad, siempre terminamos cogiendo riquísimo con tipos que jamás volvemos a ver y si así es ni nos acordamos, también nos dejamos tomar fotografías desnudas y cuando están cogiéndonos nos parece de lo más cachondo.

Actualmente seguimos haciéndolo aunque ya no cada fin de semana, pero cuando menos una vez al mes, disfrutamos con desenfreno nuestro momento de salida, cogiendo con desconocidos y pasando momentos llenos de lujuria. También dejamos tiempo para hacer cochinadas entre nosotras, ya que como primas, amantes y cómplices nos compenetramos muy bien. Si alguna vez tienen la posibilidad de venir y andan por esta disco, ven a dos putas bailando casi desnudas, no duden en acercarse. Araceli y yo los esperamos para pasar una noche de baile y placer desenfrenado, y con un poco de suerte podrán disfrutar de nuestros cuerpos en tremendas cogidas sin compromiso alguno.

 

 

 

Pasiones Prohibidas ®

6 comentarios:

  1. Infierno L©Fiorella de Mr. P15 de julio de 2023, 6:24 a.m.

    Me encantan esos Shows de un bar que conozco...
    Me gustó la idea de la bailarina erótica, cuando inicie la lectura recordé ese detalle.
    Me gustó todo escenas muy excitantes
    Descripciones perfectas que despiertan morbo de una forma sensual.
    Además el relato refleja deliciosas experiencias.
    Es tan liberador disfrutar de la sexualidad libremente
    Muy rico relato amor como siempre te he dicho despiertas mis demonios con tus letras

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  2. Excelente relato, lleno de lujuria y mucha excitación. Gracias por compartir JOL

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  3. Linda la forma como relata si.

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  4. Un lindo relato de lujuria y excitacion y sobretodo perverso como una puta puede recibir tanto placer ufff como siempre exquisito Caballero

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  5. Riquísimo putitas cachondas

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