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viernes, 9 de junio de 2023

15. Tan puta como mi madre

 

Ximena, era chica que aparentaba ser buena en todo aspecto, era de esas que siempre estaba en casa, sacaba buenas notas en la universidad, ayudaba a Laura, su madre en los quehaceres de la casa para que cuando llegara del trabajo no tuviera que hacer mayor esfuerzo, salvo preparar la comida para el otro día, ya que ella quemaba hasta las ensaladas. Su vida se podría describir como aburrida, pero tenía un secreto que su madre no sabía.

Las noches de sábado siempre salía a discotecas, bares y lugares a los que las jovencitas bien portadas no van y no se comportaba muy bien. Aunque no era de beber mucho alcohol, si disfrutaba del sexo con quién fuera. Siempre terminaba encamada o en el asiento trasero de algún auto, incluso se daba el lujo de tener sexo en la calle, escondida en la oscuridad de la noche. Toda su rutina se vio terminada de su súbito ya que Laura le prohibió salir los fines de semana.

La noche en que su madre le prohibió salir, Ximena supo que estaba en problemas. Conocía la causa: Esas malditas fotos y malditos vídeos que se habían filtrado en internet. No pidió que las subieran, y cuando las vio les restó importancia. No sospechó que su madre llegaría a verlas, al fin y al cabo ¿cuánto sabía su madre del uso de páginas web porno? Pero ocurrió. Ella imaginó que alguien había ayudado a su madre a encontrar esas fotos. No sabía quién, ni le importaba. Las fotografías y videos eran sumamente explícitas, ahora Ximena sabía que su madre la había visto posando desnuda, con una buena verga metida en la boca o en la concha. Incluso la vio gimiendo como una ninfómana mientras era cogida por varios hombres a la vez.

Que sus fotos estuvieran en internet no suponía un problema para Jimena; al contrario, era liberador. Sintió morbo al saber que mucha gente tenía acceso a esas imágenes. Sin embargo, los problemas llegaron. Su madre no compartía la misma opinión. Tuvo que aguantarla gritándole toda la noche sobre ética y moral. No era capaz de imaginar cómo una chica de 19 años, bien educada, hubiera tenido sexo con tantos tipos. Porque sí, no había sido solo con uno. Bastaba con analizar un puñado de esas fotos y videos para darse cuenta que las vergas que Ximena chupaba no eran todas iguales. Incluso en algunas ocasiones se veía a la joven y bella Ximena recibiendo una verga en la boca y otra en la vagina al mismo tiempo. “¡No voy a permitir que mi hija se comporte como una puta! ¡De ninguna manera! ¡Basta de salir a bailar los fines de semana, se acabó! ¡De ahora en adelante te vas a quedar en casa, hasta que a mí se me dé la gana!” –le gritó su madre. Ella quería reventar y gritarle a su madre que ya era lo suficientemente mayor como para hacer lo que quisiera. Pero eso solo le hubiera traído más problemas, por lo que aguantó estoica y en silencio todas las quejas de su madre. Mentalmente comenzó a elaborar el plan para recuperar su libertad.

Estaba convencida de que su madre no podía ser tan frígida como aparentaba. Nunca la había escuchado hacer un comentario soez ni la había visto insinuándose a un hombre; pero llevaba años divorciada y seguramente estaba deseosa de atención. Lo que Laura no llegó a notar fue que en varias de las fotos y videos sexuales de su hija había hombres que ella conocía, hombres a los que llamaba “amigos”. A ninguno se le veía la cara y ella nunca los había visto desnudos. “Si se entera que me cogieron sus amigos, se va a morir de la angustia” –pensó Ximena. Sin embargo, la idea le causó mucho morbo. Ella la había pasado de maravilla cogiendo con los amigos de su madre, le calentaban los hombres maduros. Le fascinaba ver cómo estos tipos, cuando estaban frente a Laura, la trataban casi como si fuera una hija o una sobrina. Siempre mostrándole mucho respeto. Pero en la cama le decían barbaridades como: “Se nota como te encanta la verga putita o “Vení, zorrita y abre las piernas, muéstrame cómo se te moja la concha cuando te meto la verga”. Parte de lo que hacía interesante ese juego era que su madre desconocía todo el asunto. Ella confiaba en sus amigos. Las cosas habían cambiado. Necesitaba la ayuda de los amigos de su madre y estaba segura de que aceptarían.

“Si quieren seguir cogiendo conmigo, tienen que encargarse de mi mamá” –le dijo a estos tipos. Los tenía donde quería. De lo contrario, ya no tendrían a la puta que les quitaba las ganas de coger cuando sus esposas no los atendían como es debido. A ellos no les entusiasmaba mucho la idea de intentar algo con Laura, temían que ella fuera a rechazarlos a la primera y que ya nunca volviera a hablarles. Sin embargo, Ximena estaba convencida de que eso no ocurriría. Los amigos de Laura se presentaron una tarde en la que Ximena había salido a pasear con un par de amigas. Le costó horrores convencer a su madre de que le permitiera esta pequeña salida. Sus amantes estaban decididos a seguir con el plan. Comenzaron de forma sutil, preguntándole a Laura si estaba viendo a alguien con quien pasar el rato. Como de costumbre, respondió que no, que desde su divorcio cuatro años atrás no había vuelto a salir con un hombre. Sus amigos le dijeron que ya era hora de que ella disfrutara un poco de su vida, no podía seguir lamentándose por un matrimonio que no funcionó. Uno estaba sentado a la derecha de Laura, el otro a la izquierda, con cortesía la abrazaron y le acariciaron el pelo mientras le decían que era una mujer muy hermosa, que merecía ser feliz. Esto descolocó a Laura, la hicieron sonrojarse como una adolescente.

Las caricias pasaron a los brazos, luego a las piernas, la temperatura del ambiente empezó a incrementarse. Laura no podía creer que sus amigos la estuvieran acariciando de esa manera; pero más le costaba reconocer que esto le agradaba y la excitaba. De a poco ella fue soltándose más y confesó que tenía deseos que no había podido satisfacer con su ex marido. Por supuesto, no dijo que éstos se incrementaron cuando vio las fotos y vídeos porno de su propia hija. La había visto haciendo cosas con las que ella solo había fantaseado, como recibir una verga en la concha mientras tenía otra disponible para chupar. Laura decidió tantear el terreno. ¿Hasta dónde estarían dispuestos a llegar sus amigos? Acarició la pierna del que estaba a su derecha y lentamente subió hasta el bulto. Cuando llegó quedó boquiabierta al comprobar que él tenía una erección. Había provocado una erección en su amigo. El corazón se le aceleró y lo hizo aún más cuando el que estaba a su izquierda le tocó la entrepierna. Ella buscó a tientas el bulto de este segundo amigo y se preguntó si su hija se había sentido así de bien al estar con dos hombres. La situación escaló a toda velocidad, los dos amigos llevaron a Laura hasta su cuarto, ya no tenían necesidad de hablar, los tres sabían qué ocurriría. Desnudaron a la mujer, mientras los acariciaba por encima del pantalón.

Lo primero que hizo Laura fue replicar uno de los vídeos de su hija, se puso de rodillas y empezó a chupar una verga y luego la otra. Aún le daba vueltas por la mente la cara de puta que tenía Jimena en ese vídeo en el que se comía dos vergas. La calentaba imaginar las cosas sucias que su hija hacía con esos hombres que se la cogían hasta dejarle sus agujeros abiertos y llenos de semen. Sentía que en cuatro años había perdido el tiempo y se había negado el placer de coger, cosa que la zorra de su hija hacia todos los fines de semana.

Después se acostó boca arriba, en el borde de la cama y permitió que uno de sus amigos le metiera la verga en la concha. Suspiró de placer y alivio, llevaba meses fantaseando con la idea de ser penetrada de esa manera. Nunca antes había experimentado el sexo con dos hombres a la vez, creyó que jamás se animaría; sin embargo todo su cuerpo retumbaba de morbo y le pedía más. Agarró la verga de su segundo amigo y empezó a chuparla. Laura permitió que sus amigos hicieran de todo con ella. La pusieron en cuatro en la cama y entre los dos se fueron turnando para cogerla. Ella siempre mantuvo una pija en en la boca y otra en la concha. Toda su inhibición pareció esfumarse.

Cuando la primera verga amenazó con clavarse en su culo, Laura no emitió queja alguna. Al contrario, separó sus nalgas con ambas manos y se preparó para la penetración. Había visto cómo le hizo Ximena en el vídeo, pero tenía dudas. “¿Realmente se sentiría tan bien como algunas de sus amigas le habían dicho?”. Ximena parecía disfrutarlo en esas imágenes que se habían filtrado. Si su hija había probado eso, en más de una ocasión ¿por qué ella no podía hacer lo mismo? Así fue como Laura, además de tener su primer experiencia en un trío, además le cogieron el culo por primera vez y fue maravilloso. Ella disfrutó en cuanto la verga entró y dejó que sus amigos se turnaran, una vez más.

Le dieron por el culo durante largos minutos, ellos de a poco fueron perdiendo los nervios. Laura era su amiga, pero estaba completamente entregada. Laura gemía pero a la vez no dejaba de chupar verga, se sentía tan puta como su hija y eso la ponía más caliente de lo que ya estaba. La cogieron con más fuerza, su culo había soportado bien a pesar de que era la primera vez que una verga la invadía por ese agujero. “¡Sigan, no se detengan hijos de puta!” –les decía. La crianza conservadora se fue a la mierda, se había despertado una leona hambrienta de sexo que ella desconocía que dormía en su interior. Cada vez las embestidas eran más brutales y los cambios más reiterados, disfrutaba al saber que sus amigos la compartían y le dejaban el culo abierto. Al que se la estaba chupando se empezó a masturbar y descargó su semen en la cara de su amiga, dejándole regado el esperma por todo el rostro, incluso cayendo cerca de sus ojos. Ximena había dejado órdenes precisas: en cuanto fuera posible, debían fotografiar a Laura, en pleno acto sexual. El que eyaculó aprovechó que su amiga tenía los ojos cerrados para sacarle una foto con su celular. Estaba tan caliente que no se dio cuenta de lo que pasó. Luego fue el turno del otro de dejarle el culo lleno de semen, ella sintió un cosquilleo que creyó olvidado y se retorció de placer. Luego de quedar tendida en la cama y satisfecha por lo que había pasado, los dos hombres se vistieron y se despidieron: “¡Hasta pronto putita!”.

Ella quedó con una sonrisa en los labios, disfrutando el sabor del semen que su amigo le habia dado. Estaba tan perdida en el éxtasis que tomó su celular y empezó a mirar los vídeos de su hija, eso prendió en ella un fuego ardiente que la recorrió por completo. Sus manos se empezaron a deslizar por su cuerpo y cuál adolescente se empezó a masturbar viendo como su hija era penetrada por dos hombres a la vez y que en su boca había una verga que chupaba con lujuria y en sus manos dos más a las que masturbaba. Ver cómo Ximena atendía a esos machos le hizo tener pensamientos morbosos mientras sus escarbaban su interior. Presa de sus pensamientos, de las imágenes que veía y de la lujuria se dejó envolver por un exquisito orgasmo que era acompañado de sensuales gemidos. Después de recobrar fuerzas se fue a dar una ducha para calmar un poco su lujuria. Cuando terminó se puso solo una tanga para dormir y dejó sus senos al descubierto.

Cerró los ojos y durmió. Su sueño fue un verdadero martirio, ya que haber visto en retiradas ocasiones a su hija coger en su subconsciente esas imágenes aparecieron. Se veía que estaba en su casa después de llegar del trabajo, su atuendo no era el habitual, vestía una falda demasiado corta, una blusa blanca ceñida a su cuerpo que dejaba ver sus grandes senos, que era acompañada con un brasier del mismo tono. Notó que no había nadie en casa y se fue a habitación para ponerse cómoda. Soltó su cabello al caminar y al pasar por la habitación de su hija escuchó alaridos de placer, presa de la curiosidad se paró en la puerta para oírlos pero esta se encontraba un poco abierta. Vio que Ximena estaba desnuda sobre la cama con las piernas abiertas, eso la puso caliente y metió su mano debajo de la falda para sentir como su vagina se humedecía y palpitaba ante tan caliente escena. Llevaba unos minutos ahí viéndola cuando se escucha la voz de su hija entre gemidos: “¿Te vas a quedar ahí parada?” –le decía. Sin pensarlo dos veces entró. “Te demoraste en llegar hoy y quería sorprenderte” –dijo Ximena en el sueño. Ella se sentó en la cama y su hija la tomó y la tumbó en la cama, la comenzó a besar suavemente y ella no se resistió. ”Sabes que las dos somos putas y nos encanta el sexo” –le decía Ximena. La chica la desnudó por completo y su lengua empezó a recorrer cada espacio de su piel. Solo sentir el roce de esa perversa lengua la hacía estremecer y gemir.

Con la lujuria a flor de piel y cuando vio que la lengua de Ximena se acercaba a su vagina separó las piernas y le dijo: “¡Dame placer hija!”. La chica sonrió y le contestó: “¡No voy a parar hasta que acabes como una buena puta!”. Esa exquisita lengua se deslizó por su ya hinchado clítoris y los dedos traviesos de Ximena se metían por su vagina y su culo. Sentía que el infierno ardía en su sexo y se retorcía de placer. “¡Eso mami! ¡Demuéstrame que eres una puta” –decía Ximena. El placer era inexplicable, las sensaciones que despertaba su hija en el sueño eran exquisitas, solo podía gemir y apretar sus tetas, ya que su cuerpo estaba entregado al placer. En ese instante de mayor éxtasis sintió como el orgasmo llegó y la hizo perder el control, los gemidos se hicieron tan intensos, su cuerpo temblaba y su corazón parecía explotar. La alarma del móvil sonó y la trajo de vuelta a la realidad, su vagina estaba chorreando. El sueño fue demasiado real, aún tenía las sensaciones placenteras que el subconsciente le había mostrado en su descanso. Como pudo se dio una ducha y se arregló para ir a trabajar. Estuvo todo el día pensando y cuando tenía un tiempo tomaba su celular para mirar alguna foto o vídeo de Ximena.

La semana cuando llegaba a casa se transformaba en un turbulento mar de pensamientos sucios y deseos que no podía controlar. Saber que estaba sola con Ximena la hacían imaginarla cogiendo y gimiendo. Además, la chica no contribuía a su paz, porque se sentía más liberada al saber que su madre había descubierto su secreto. Casi siempre andaba en ropa interior luciendo su cuerpo, cosa qué no molestaba a Laura. Al contrario, le excitaba verla así, no lo entendía pero su sueño se le repetía al ver a su hija paseándose semidesnuda por la casa. Su semana se volvió un auténtico caos, pero que ella sabía manejar en la intimidad de su habitación.

El fin de semana, Laura se encontró con que el cuarto de su hija estaba vació. Ximena había salido, a pesar de que ella no le había dado permiso. Sobre la cama había un sobre que decía: “Mamá”. Intrigada, Laura abrió el sobre y se encontró con una foto que al principio le pareció irreal: Ella estaba en cuatro, completamente desnuda, con la cara llena de semen y un hombre detrás, cogiéndola. Junto a la foto había una nota de su hija: “Te aviso que voy a coger con un par de amigos, no me esperes despierta, vuelvo tarde. Me van a coger hasta que ya no pueda más. Si quieres puedes llamar a tus amigos, para que te cojan otra vez”. Al pie de la nota había una postdata: “Sé que en el momento de la foto te la estaban metiendo por el orto. A mí también me encanta que me den por el culo. Se ve que tenemos mucho en común”. Laura se sentó en la cama, aturdida, y de pronto comenzó a reír. Su hija le estaba diciendo que ambas eran unas putas y que les gustaba coger con más de un hombre a la vez, y que no había nada de malo con ello.

Tal vez había sido demasiado severa, ahora Laura conocía, de primera mano, toda la mezcla de agradables sensaciones que disfrutaba su hija al tener sexo con dos o más hombres a la vez. Dejaría a su hija disfrutar tranquila de su alocada vida sexual, y tal vez ella haría lo mismo. Sí, ¿por qué no? Estaba divorciada, no muerta. ¿Qué tenía de malo dejarse coger por un par de amigos de vez en cuando? Ellos la pasaban bien, ella la pasaba bien y su hija estaba totalmente de acuerdo con esa situación. No tenía motivos para esconder sus deseos sexuales. Pensó: “Sí, quiero que vuelvan a coger entre los dos, que me rompan el culo y me dejen la cara llena de semen. Así como le gusta a la zorra de mi hija”.

Laura, sintiendo que tenía veinte años menos, buscó el teléfono y llamó a sus amigos. Estaba preparada para una larga noche de sexo. Cuando llegaron, no hicieron más que llevarla a la habitación y quitarle la ropa de una y con toda prisa uno de sus amigos le empezó a la lamer la vagina, mientras el otro le comía las tetas. Ella gemía y pedía más. Los hombres se desnudaron. Laura se puso de rodillas en el piso y ella empezó a chuparlas pero esta vez con más lujuria que la primera vez. Los hombres estaban sorprendidos por el cambio de actitud de Laura pero ninguno hizo algún comentario, disfrutaban de la manera en que su amiga les comía la verga, incluso llegando a meterse el glande de ambos en la boca. La lujuria se notaba en sus ojos y la excitación la tenía presa de sus deseos más perversos. Seguía con afán chupando esas vergas, alternando en cada una de ellas pero sin dejar de estimular la otra con su mano.

Sin que ninguno de los dos hombres dijera algo, se puso en cuatro y separó sus nalgas invitando a quien quisiera cogerle el culo tenía libre acceso. Uno de ellos, el que anteriormente había acabado en su cara fue el primero que se la metió de golpe, lo que hizo que soltara un delicioso grito de placer. “¡Ay Dios, qué rico!” –gritó. El otro se acomodó para meterle la verga en la boca. Sus pensamientos la llevaron a ese perverso sueño que tuvo la noche en que se la cogieron por primera vez haciendo que su placer se incrementará mucho más. En sus ojos se veía el placer que estaba sintiendo, las embestidas salvajes que su amigo le daba en el culo se sentían llenas de lujuria y morbo. Luego fue el turno de su otro amigo y recibió esa verga que se encajó de forma perfecta. Entre respiraciones agitadas y comiéndose la otra verga su cuerpo reaccionaba con espasmos involuntarios. El orgasmo llegó de manera presurosa haciendo que sus ojos se cierren y se dejara acariciar por el éxtasis del placer.

Uno de los hombres se tumbó en la cama y ella se le montó encima, su verga se deslizó con suavidad por su entrepierna y entró en su vagina. Empezó a moverse de manera sensual sobre él, mientras el otro observaba masturbándose. Laura gemía con lujuria, se apretaba los senos, el otro hombre caliente viendo la escena se acercó y la inclinó hacia el cuerpo de su amigos, su culo quedó puesto en posición y él se la metió con fuerza por el culo. En ese momento el placer se apoderó de ella, perdió el control de su cuerpo, ya no sabía si estaba en un sueño o realmente lo estaba viviendo. Por primera vez experimentó la doble penetración y fue la experiencia más sublime que ha vivido. El hombre que le estaba cogiendo el culo le dice: “¡Gimes tan rico como lo hace la puta de tu hija!”. Laura entendió que muchas de las fotos y videos en dónde era cogida Ximena los había protagonizado con ellos, no fue una dura sorpresa, sino algo que encendió más su morbo. Saber que sus amigos no solo se la estaban cogiendo a ella, sino que también a Ximena. Entendió porque la foto cuando se la cogieron llegó a manos de su hija. “¡Sí, somos putas! ¿Acaso no les gusta?” –dijo ella entre gemidos. El otro contestó: “Jamás pensamos que algo así iba a suceder, pero sí nos gusta por lo perverso que resulta este juego”.

Otra vez el orgasmo estaba llegando y un grito estrepitoso salió de su boca. “¡Ah, mierda! ¡Qué rico!” –gritó. “Cójanme como lo hacen con la zorra de mi hija” –les dice presa de un inigualable placer. Bastaron solo unos minutos más para que sus amigos descargaran sus vergas, llenando de semen sus agujeros, ella solo respiró profundo y sonrió con perversión. Rendida y con sus orificios abiertos de tumbó en la cama, sus amigos se pusieron uno a cada lado para recobrar fuerzas. Ya era de madrugada pero la lujuria de Laura estaba aún encendida. Se tomó fuertemente de aquellas vergas y las empezó a masturbar para que no perdieran rigidez. La puerta de la habitación se abrió y Ximena vio a su madre masturbando a sus amigos. “Sabía que no te iba a resistir a la idea de que te cogieran otra vez” –dijo Ximena. Laura sonrió y respondió: “Bueno, ya sabes cómo somos”.

Ximena venía caliente después de que se la cogieron en la fiesta donde fue y se quitó la ropa. Se unió a su madre para satisfacer a esos hombres que tantos orgasmos le habían regalado, pero no desaprovecharía la oportunidad de probar la vagina de su madre. Laura separó las piernas y Ximena supo lo que debía hacer. Con lujuria se metió en la entrepierna de su madre, le lamió la vagina como poseída. Laura gemía y disfrutaba ese dulce momento, su sueño se estaba haciendo realidad y sin dudas era excitante y perverso. Se dejó llevar por el placer y sin ningún tapujo cedió su lujuria en las manos de su hija. Sus amigos apretaban los pezones de la mujer, mientras la muchacha le sacaba alaridos con su lengua. “¡Eso hijita, no te detengas!” –le decía. Al cabo de unos pocos minutos Ximena le estaba regalando en más sucio de todos los orgasmos que había tenido, si coger con sus amigos fue algo delirante, lo que estaba sintiendo gracias a Ximena era tan excitante como tener las dos vergas dentro. La chica lamió el semen que estaba en la vagina de su madre mezclado con los fluidos de ella, se sentía como una gatita sedienta bebiendo leche.

Se besaron con pasión y se pusieron en cuatro para ser cogidas. Laura dijo a sus amigos que se las cogieran por el culo a ambas. Fue un momento sublime, ser cogidas a la vez, cosa que hace una semana era impensado por Laura. Ambas gemían y se retorcían de placer siendo embestidas con fuerza por esos hombres. Cuando acabaron y quedaron con sus culos rebosando de semen Ximena miró a Laura y le dijo: “En verdad tenemos mucho en común. Soy tan puta como mi madre”.



Pasiones Prohibidas ®

6 comentarios:

  1. Cada relato se mejor que el anterior caballero, la lírica de las letras, la pulcritud es tan sublime como todas las sensaciones que despierta 🔥🔥👏👏👏

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  2. Infierno Lujurioso©FiorellaD'Mr. P9 de junio de 2023, 9:44 a.m.

    Explicitamente morboso y excitante en sus detalles,
    Sucio y Muy candente.
    Excelente relato Mí Perverso 💋

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  3. Coincido con su srta fiorella
    Un emocionante relato Caballero
    Excelente!!👏🏻
    Gracias por compartir

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  4. Buenisimo
    Despierta ricas sensaciones 🔥
    Gracias Caballero

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  5. Rico y fascinate relato, como siempre, provoca sensaciones maravillosa gracias por ello Mr. P

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  6. Increíble y exquisito ser cogida como una puta y disfrutar as....
    Un excelente relato Caballero

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